No lo creía hasta que llegué allí, pero impactan carteles como "Peace Zone" o "No estamos de botellón" Y es verdad que salvo raras excepciones los carteles han hecho mella en la población de esta pequeña ciudad. Ciudad independiente, nucleo duro del cambio social; lugar de encuentro de gente de todo típico, desde profesoras de derecho a parados, desde jóvenes hasta abuelos llenos de energía.
Por todo ello me he sentido orgulloso de toda mi gente, por ayudar a una madre a la que jueces, abogados, banqueros, y políticos todos ellos corruptos habían destrozado su vida y la de su hijo discapacitado. Di de comer a quien lo necesitaba, y vi cada pancarta, cada texto. Escritos que reflejaban un pueblo indignado, cansado y que por fin había despertado.
También participe en una gran asamblea, voté y fui escuchado. Me estremecí tras el minuto de silencio, canté por la democracia que tantos años lleva presa. Y me divertí.
Muchas veces en mi vida me ha recorrido un sudor frío por la espalda, pero como en Sol jamás. He estado junto a mis compañeros, mis hermanos y mis hermanas viendo como esta sociedad cambiaba, he sido escritor activo de la historia de mi país. He sido juez y testigo de unas crónicas que el día de mañana se convertirán en historia que mis hijos estudiaran. Y eso no se paga ni con todo el dinero que tienen los banqueros en sus paraísos fiscales.
Finalmente me quedo con la pregunta de un niño:
-¿Mama como es posible que haya tanta gente aquí?
-¿Tú que crees hijo?
-¿Por qué están enfadados y no les gusta lo que está pasando?
-(Se rie) Hijo deberían darte un micrófono más a menudo que a los de intereconomía.
P.D: Dar las gracias encarecidamente a nuestra compañera tautou por el tremendo reportaje gráfico que ha hecho os remito allí para ver las imágenes de la protesta.
L
0 comentarios:
Publicar un comentario