¿Creyendo en el destino?

lunes, 3 de octubre de 2011

Uno de los sueños más raros de mi vida fue cuando soñé con una serie de calles que se iban bifurcando  en cruz. En la primera yo tomaba el camino de la derecha, en la segunda lo volvía a hacer. Al llegar al último cruce sin embargo giraba a la izquierda y me encontraba en la puerta de mi casa.

Al darme la vuelta veía que lo que para mi habían sido cruces eran en realidad giros sin opciones. ¿Mi cerebro me hacía apología del destino? Este sueño vino a significar un cambio en mi mentalidad y filosofía de l momento en el que encontraba, comencé a pensar en el destino como un abanico de posibilidades relacionadas entre si, que dan lugar una vez escogidas a otro gran abanico de decisiones. Pero lo cierto es que una vez escogidas y mirando la vista atrás la opción escogida era perfectamente predecible teniendo en cuenta patrones de comportamiento y estadística entre otros.

Este fue uno de los sueños más estupidos y que más me ha enseñado en toda mi vida. Por eso amigos sólo deciros que os permitais soñar, que es sano e imaginativo no hay límites físicos en los sueños.

L

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